¿Ya has explicado a tus alumnos qué celebramos el día de muertos?
La muerte siempre será un tema delicado de tratar con los niños, sin embargo, el Día de Muertos es una de las tradiciones más bonitas de México, ya que se ve a la muerte como algo natural y se cree en la vida más allá de la muerte. Se le puede explicar a los niños que el 1 y 2 de noviembre son los días en los que nuestros amados difuntos vendrán a visitarnos y a contarnos cómo están.
Si tus alumnos aún son muy pequeños puedes comenzar por explicarles que el Día de Muertos lejos de ser un día triste, es un día en el que se celebra la vida de quienes nos han dejado y que debemos conservar en nuestro recuerdo siempre a través de fotos, de las anécdotas vividas y de lo que les gustaba comer y hacer en vida.
1. Escritura de calaveritas literarias
Las calaveritas literarias son una de las expresiones más divertidas que podrás encontrar. Se componen de versos o epigramas de tono satírico en los que la ironía, los excesos y la caricatura de situaciones o personas se vinculan con la temática de la muerte, pero también pueden utilizarse como homenaje de una forma divertida para recordar a aquellos que han pasado a otra vida y que amamos. Esto puede resaltarse con hábitos, frases chistosas y otros comportamientos que repetían y los hacían únicos.
El proceso de escritura podría resumirse en los siguientes pasos:
Elige una persona o situación e identifica sus excesos o aspectos graciosos.
Traslada esa inspiración a un ambiente de ultratumba, dale un tono satírico, irónico y deja volar la imaginación.
Si el personaje de tu calaverita es una persona viva, habla de ella como si hubiera fallecido o narra en tus versos su encuentro con la muerte.
Escribe, borra y perfecciona tu rima y las imágenes poéticas.
2. Diseño y montaje del altar de muertos
Las ofrendas del Día de Muertos forman parte de un ritual que apela a las memorias más entrañables de los individuos, las familias y la sociedad. Para comenzar con el montaje de un altar de muertos, es importante partir de los siguientes elementos básicos:
Agua. Se coloca en el altar para saciar la sed de las almas tras el largo camino de regreso a su hogar.
Sal. Purifica a los espíritus para evitar que se corrompan en su viaje de ida y de regreso el siguiente año.
Incienso y copal. Ambos cumplen las funciones de limpiar el espacio para que las oraciones o alabanzas lleguen a la Divinidad y de ahuyentar a los malos espíritus.
Velas y veladoras. Producen la luz que guía el camino de llegada y la partida de las almas.
Flores. Representan la festividad, dan la bienvenida a los espíritus y aromatizan el espacio. Las más tradicionales son el alhelí y la flor de cempasúchil. También estas son de gran ayuda para trazar el camino para que los difuntos lleguen a casa.
3. Caracterizaciones de catrina y catrín
Las figuras de catrina y catrín tuvieron un primer antecedente en 1947 en la obra “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, del muralista Diego Rivera. En ella, aparece una calavera elegantemente vestida, rodeada por la figura de la serpiente emplumada, uno de los símbolos más representativos de la cultura mexicana.
Más adelante, la catrina ilustró numerosas calaveras literarias y actualmente inspira el maquillaje y la vestimenta tradicionales que suelen portarse en esta fecha. Las niñas pueden aprovechar las manualidades para hacer coronas de flores y para los niños un bigote y sombrero, al igual que vestir con atuendos auténticos mexicanos.
4. Hacer un esqueleto de papel
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